Misiones y trabajos de verano: un compromiso que se renueva cada año 

16 de Enero 2025

Desde Atacama hasta Los Lagos, los proyectos de la Pastoral UC lograron construir capillas, salones y viviendas, llevando esperanza a las comunidades y fortaleciendo la formación integral de los estudiantes.

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Con un espíritu de servicio y compromiso con el país, más de 1.500 voluntarios de la UC se desplegaron este verano en 55 localidades, desde Atacama hasta Los Lagos. A través de iniciativas como Misión País, Capilla País, Siembra Verano, Viviendas y Coro Misión País, construyeron 7 capillas, 3 salones parroquiales y 9 viviendas, además de compartir momentos de evangelización y encuentro.  

Estas iniciativas, que ya son una tradición en la universidad, no solo buscan mejorar la calidad de vida de los habitantes, sino también formar a los voluntarios en valores como la solidaridad, la fe y el compromiso con Chile. 

Foto de Cristóbal Saavedra

El rector Ignacio Sánchez, visitó las misiones que se desarrollaron en la región de La Araucanía, donde tuvo la oportunidad de compartir con los voluntarios y la comunidad local. Durante su recorrido, el rector destacó el espíritu de servicio que caracteriza a los estudiantes y el impacto positivo que generan estas actividades: “La Pastoral UC nos tiene acostumbrados a un trabajo prolijo. Durante todo el año se preparan para acercarse a las comunidades, identificar sus necesidades y levantar los recursos necesarios para llevar a cabo estas iniciativas. Lo destacable es que cerca del 80% de los fondos son gestionados directamente por los propios estudiantes, mediante donaciones y diversas campañas”, señaló Sánchez. 

La visita incluyó un recorrido por las localidades de San Pablo, Freire y Santa Julia, donde los jóvenes han trabajado arduamente en misiones y en la construcción de un salón parroquial y de una capilla. Estos espacios no solo son lugares de culto, sino también centros de encuentro comunitario. “Es muy emocionante ver cómo las comunidades cuidan y desarrollan lo que los estudiantes han construido a lo largo de los años. Esto refleja un verdadero compromiso mutuo entre la UC y las localidades visitadas”, agregó el rector.

 

Este año, la UC recibió a estudiantes internacionales provenientes de Paraguay, Uruguay, Argentina y Portugal, quienes se unieron a las misiones y trabajos de verano. La participación de jóvenes de otros países no solo enriquece la experiencia, sino que también refuerza el carácter universal de la Iglesia y el espíritu de comunión que promueve la universidad.  

“Es muy valioso que cerca del 45% de los voluntarios no pertenezcan a la UC, sino que provengan de otras universidades y colegios. Esto demuestra el liderazgo de nuestra pastoral y su capacidad de atraer a jóvenes que comparten los mismos valores”, comentó el rector Ignacio Sánchez. Además, enfatizó que la experiencia vivida durante estas semanas tiene un efecto multiplicador, ya que los voluntarios regresan a sus comunidades universitarias convertidos en agentes de cambio. 

Testimonios de fe y transformación 

El impacto de estas misiones no se limita a la infraestructura; también deja una huella profunda en el ámbito espiritual y social. Marcia Tabilo, vecina de Lircay en Talca, relató cómo la llegada de los voluntarios ha revitalizado la vida comunitaria: “Nos sentimos bendecidos de que estos jóvenes nos hayan elegido para misionar. Su presencia nos llena el corazón y nos enseña. Además, han logrado contagiar a más jóvenes y niños de la zona, quienes se han sumado a las actividades de la capilla”. 

Foto de Cristóbal Saavedra

Un testimonio similar es el de Pedro Meleda, estudiante de Medicina UC, quien participó en Misión País y compartió cómo esta experiencia lo ha marcado: “Misión País me ha dado esperanza. Me impresiona ver a tantos jóvenes enamorados de Cristo y el cariño con el que nos recibe la gente. Esto te transforma y te anima a seguir evangelizando”. Además, Pedro destacó el sentido de comunidad que se genera entre los voluntarios y cómo esta vivencia fortalece su vocación profesional y su fe. 

El objetivo principal de estas iniciativas es contribuir al desarrollo material y espiritual de las comunidades más vulnerables del país. Sin embargo, el aprendizaje es mutuo. Los voluntarios no solo construyen capillas y salones, sino que también fortalecen su compromiso social y su fe.  

Durante su estadía en terreno, los jóvenes participaron en diversas actividades, como talleres con niños, visitas a hogares y celebraciones religiosas. Además, compartieron jornadas de reflexión y oración que fortalecieron su vida espiritual y el vínculo con las comunidades locales. “Estos días nos han permitido encontrarnos con Cristo a través del otro, lo que le da un verdadero sentido a nuestra misión”, destacó Pedro Meleda. 

El legado de la UC en las comunidades 

Desde hace más de dos décadas, la UC ha impulsado estos programas pastorales con el objetivo de llevar un mensaje de esperanza y amor a las comunidades más apartadas del país. La construcción de capillas, salones y otros espacios comunitarios es solo una parte de este legado. Más importante aún es el impacto espiritual y humano que deja en cada lugar visitado. 

“Nos sentimos dichosos de haber recibido a los jóvenes de la UC. Su presencia nos ha llenado de alegría y fe, y ha fortalecido el sentido de comunidad entre nosotros”, concluyó Marcia Tabilo, visiblemente emocionada por la experiencia vivida. 

En el caso del proyecto Capilla País, los jóvenes construyeron 7 capillas y 3 salones parroquiales desde Atacama hasta Los Lagos. Y, en el caso del proyecto Viviendas, los estudiantes construyeron 9 casas con baño, conectadas a la luz y a la electricidad en Paine, Región Metropolitana. 

Con esta nueva versión misiones y trabajos de verano, la UC reafirma su compromiso con el desarrollo integral de sus estudiantes y el servicio a la sociedad. Una tradición que, a lo largo de los años, ha dejado una huella imborrable en miles de corazones y comunidades a lo largo del país.