28 niños y adolescentes entre 5 y 18 años que son parte de la “Aldea Mis Amigos” de Mejor Niñez, en Peñaflor, recibieron a un grupo de estudiantes de Odontología UC, quienes les entregaron donaciones en alimento y kits de higiene oral. “Si bien esta actividad no desarrolló las partes técnicas prácticas de la carrera, si lo hizo en el lado humano y solidario de la odontología, ayudando a mi formación como profesional y enriqueciéndome como persona”, dice Sofía Ronco, coordinadora del proyecto.
La iniciativa llamada Sonrisas del Futuro fue creada por voluntarios de la Pastoral de Odontología UC y contó con el apoyo de las direcciones de Extensión; y Pregrado de la Escuela. “Participar me enseñó que la universidad no es sólo ir a clases. En la universidad hay muchas oportunidades para aprender, por eso hay que sacarle el máximo provecho a este tipo de proyectos que se presentan”, comenta la estudiante de tercer año, Josefa Tapia.
Según relata Sofía Ronco, el proyecto tuvo tres fases. El primero consistió en la planificación y método de financiamiento, lo que dio paso a la segunda etapa, donde 22 voluntarios se dedicaron a la recolección de fondos. Finalmente, en la ejecución se entregaron cerca de 500 colaciones, además de juguetes como pelotas de ping pong y de fútbol.
“Este proyecto ha sido un gran aporte en mi formación, desde la fase previa hasta la acción, donde los niños se entretuvieron y aprendieron junto a nosotros”, cuenta Martín Escalona, encargado de Comunidad de la Pastoral de Odontología UC. “Aquí uno aprende demasiado. Creo que el proyecto me entregó aprendizajes que sólo se consiguen en la experiencia in-situ. Me di cuenta de las distintas realidades de los niños y que hay muchos lugares y formas de hacer odontología, no tan sólo desde el box dental”, agrega.
En la residencia, los futuros Cirujanos y Cirujanas Dentistas UC no sólo jugaron con los infantes, también les explicaron cómo cepillarse los dientes y destacaron la importancia de una alimentación que aporte a la salud bucodental. “Quiero agradecer por la posibilidad de vincularnos”, comenta Luis Ortúzar, director de la Aldea Mis Amigos de Peñaflor, quien también recibió un kit de higiene oral junto a otros ocho funcionarios de la institución, los que se turnan de día y noche para acompañar a los menores. “A través de esta actividad de convivencia y acercamiento, también se le da la importancia a lo que significa el cuidado y la educación bucal de forma didáctica”, agrega.
Para Martín Escalona la actividad aportó un nuevo sentido a su futura profesión. “La odontología es un universo, cada día aprendemos más y ser parte de estas actividades hace darme cuenta de la gran ayuda que podemos ser a la sociedad”, dice. “Además, me ha ido acercando a una relación dentista-paciente, en la cual debemos concentrarnos en el paciente y humanizar la interacción”, afirma Josefa Tapia.
Si bien esta es la primera vez que se realiza Sonrisas del Futuro, Sofía Ronco comenta que continuará desarrollándose. “Queremos que este proyecto vaya creciendo y podamos abarcar cada vez más establecimientos, llegando a más niños y niñas”, dice la voluntaria.
Información periodística: Carlos Cid, periodista Escuela de Odontología UC.
