- Cuatro ganadores tiene este año el Concurso Soli Deo Gloria, instancia organizada por la Pastoral UC y el Instituto de Música para promover la composición y montaje de obras religiosas contemporáneas.
- Las obras serán presentadas en un Concierto de Adoración Eucarística, en la fiesta de Corpus Christi, el 30 de mayo, en el Templo Mayor de Campus Oriente.
A lo largo de la historia de la fe, el arte ha sido una forma de facilitar el encuentro con Dios. Esto se puede ver en diferentes manifestaciones que pueden ir desde una pintura en un mural hasta la obra arquitectónica de una catedral.
El arte se presenta como un medio para transmitir la historia sagrada, contarla, comunicarla y que los fieles puedan compartir los sentimientos de fervor de su fe. En el caso de la música, las canciones que acompañan las oraciones o las Misas son una demostración de cómo la fe se puede transmitir por medio de composiciones con letras que se pueden aprender y tocar en algún instrumento.
En este sentido, y para promover la composición de nuevas obras musicales religiosas, la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana UC y el Instituto de Música UC (IMUC) realizan más de una década el concurso Soli Deo Gloria, al cual están convocados estudiantes o compositores de la UC y de otras casas de estudio. Se trata de una instancia que une música y fe.
En 2024 fueron elegidos cuatro ganadores: Vicente Tobar y Felipe Santibáñez, en la categoría Cuarteto de Cuerdas; y Erwin Ojeda y Braulio Piñeiro, en la categoría Octeto Vocal.
Un jurado definió a los ganadores según criterios musicales y religiosos. Así lo explica el profesor Gerardo Salazar, del Instituto de Música UC, quien fue parte del comité que seleccionó a los compositores. “El criterio es artístico y busca los mejores trabajos en cuanto a su construcción, estructura y estética. Todo lo anterior debe tener relación directa con el cometido final que es música concebida para la adoración”.
“La semántica de las expresiones artísticas tiene múltiples vinculaciones. Dios es quien da la capacidad y la habilidad al hombre para crear y desarrollar la actividad artística”, indica el académico.
Es importante señalar que dos compositores viven en Santiago y proceden del IMUC. Mientras que dos compositores son externos a la UC, uno proviene de Puerto Montt y el otro de Carelmapu, ambos en la Región de Los Lagos.
Aporte a la música sacra
Erwin Ojeda, ganador oriundo de Carelmapu, (Maullín, Región de Los Lagos) cuenta que participó en el concurso porque sintió que su trabajo sería un aporte a la música sacra chilena y que esta obra sería un medio de enaltecer el concierto eucarístico.
La obra de Erwin se llama “Pange Lingua” (Canta, oh lengua) y “posee una melodía que se va desenvolviendo y el contrapunto va embelleciendo la música al servicio de la letra y el sentimiento que esta expresa”, relata el autor.
“Siento que fue seleccionada por la forma en que se plantea el texto, la forma de escritura y las reminiscencias al canto sacro llevado a la actualidad, rescatando la tradición de esta música vocal y dando un realce a la música coral creada en Chile”, expresa el ganador.
Asimismo, agrega que “Pange Lingua” es un gran texto donde se manifiesta la palabra de Dios en la Tierra, su fruto y la estadía de su Hijo entre nosotros: “Es una letra profunda y que nos muestra la fe desde este himno cantado, donde se clama por la salvación, el honor y la virtud”, concluye.
En tanto, Vicente Tobar, otro de los ganadores del concurso, comparte que “lo que me motivó a participar fue una mixtura entre mi experiencia del año pasado, cuando también gané el concurso, y una intención de continuar mi trabajo en lo sacro. Además, me interesaba la posibilidad de escribir para un cuarteto de cuerdas dentro del mismo contexto, ya que considero que el espacio que brinda el Soli Deo Gloria es uno sumamente constructivo e importante, además de único en su clase”.
La obra de Tobar se llama “Sol de Orión”, y surge tras contemplar ideas como lo divino, la luz y lo verdadero, expresándose sonoramente en un mundo espectralista, donde las alturas son constantes, más las texturas, siempre cambiantes.
“Pienso que pudo haber sido seleccionada, por un lado, por mi buena relación de trabajo con la Pastoral en la convocatoria pasada. Pero también, porque la obra busca una estética no tradicional, una que tampoco está sumamente comprometida con un lenguaje contemporáneo”, dice el estudiante.
Vicente cree que la música, al ser un fenómeno atrapado en un contexto temporal que escapa de lo visible, es la disciplina artística que representa más fidedignamente lo que es la experiencia de la fe. “Debido a su naturaleza inmaterial, la música nos acerca a Dios y a lo sagrado sin la necesidad de naturalizar lo divino”, declara.
Sólo a Dios la Gloria
SDG es la abreviación de la expresión Soli Deo Gloria, que en latín significa “Sólo a Dios la Gloria”. Con estas iniciales, el célebre compositor alemán Johann Sebastian Bach firmaba todas sus obras, con la intención de indicar que su trabajo existía para la mayor gloria de Dios. Valorando este gesto de Bach y con la intención de promover la producción sacra en la actualidad, nace el Concierto de Adoración Soli Deo Gloria, un proyecto de la Pastoral UC, en conjunto con el IMUC, que busca ser una instancia propicia para la composición y montaje de obras religiosas contemporáneas.
El Soli Deo Gloria 2024 se realizará con motivo de la fiesta católica de Corpus Christi, la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, donde se celebra la presencia real de Cristo en la Eucaristía. La cita es para el 30 de mayo en el Templo Mayor de Campus Oriente, a las 19:00 hrs.