Este sábado 22 de abril, en la Iglesia del Sagrado Corazón del campus San Joaquín, 16 niños y niñas, hijos y nietos de administrativos, profesionales, académicos y ex estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile, recibieron el sacramento del Bautismo, convirtiéndose en nuevos miembros de la Iglesia.
“En el alma de estos niños va a ocurrir un cambio muy importante, porque el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, van a habitar en cada uno de ellos. Y ese es un regalo inmenso, que a simple vista no lo vemos, pero la fe es la que nos enseña que sí va a pasar”, dijo el Pbro. Jorge Merino, Capellán General de la UC, quien presidió la ceremonia.
Asimismo, el sacerdote hizo énfasis en el rol de los padres y padrinos, destacando que “la labor principal de los padres, de ahora en adelante, es rezar por sus hijos y con sus hijos (…). En tanto, las madrinas y padrinos deberán preocuparse para que sus ahijados conozcan a Dios y lo amen, para que así puedan amar al prójimo a futuro, que es la verdadera esencia de ser cristianos”.
Camino de fe
“Este bautizo era algo que teníamos súper pendiente, ya que mi hija tiene 7 años y con todo lo que ha pasado en este último tiempo no la habíamos podido concretar. Pero ahora, me gusta estar en el proceso de poder ir completando todos los sacramentos de mi pequeña y acompañarla en ese camino”, dijo Nicole Ramorino, funcionaria de la Facultad de Química y de Farmacia UC y mamá de Fiorella Muñoz, una de las pequeñas bautizadas. Por su parte, Javiera Sepúlveda, madrina de Gaspar y Facundo Matas, dos de los niños bautizados, que son hijos de Carla Quezada, ex alumna de la UC y actual funcionaria de la Clínica UC en Marcoleta, aseguró que “lo más difícil de ser madrina es el tener que seguir guiando a sus ahijados en el camino de Dios y mostrarles lo que es verdaderamente una familia”.
Luego de encender los cirios, Byron Díaz, padrino de Antonia Haydee, se mostró muy feliz, ya que su ahijada recibió el sacramento en compañía de toda su familia. “Es primera vez que soy padrino de alguien, así que estoy muy entusiasmado, para poder darle a mi ahijada todo el amor y la fe que necesita. En mi familia somos todos muy católicos, así que espero poder estar a la altura y acompañarla en este camino de encuentro con Dios”.
“Estoy muy contenta, muy feliz, de que mi nieta esté acogida a la iglesia católica. Incluso me encantaría que pueda hacer aquí a futuro su Primera Comunión”, dijo Cecilia Allende, abuela de Isidora Mahías, una de las niñas que fue bautizada y que es hija de una de las enfermeras del Centro Médico de San Joaquín.
El Capellán Mayor de la UC destacó que la Dios ayuda a cada uno de sus miembros a abrirse al amor a través de los sacramentos. “La oración, la participación en la Misa y la compañía de la Virgen María; tres consejos que nos regala la Iglesia para vivir de mejor manera el amor al prójimo y a todos nosotros también”, dijo.
Finalmente, aprovechó de encomendar a cada uno de los nuevos miembros de la Iglesia a la madre de Dios. “Vamos a consagrar estos niños a la Virgen María, para que ella siempre los ayude a amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”.
El bautismo es el primero de los sacramentos y es por él que se nace a la vida cristiana, integrando parte de la Iglesia. Estando ya bautizados se pueden recibir los otros sacramentos a lo largo de la vida.
¿Cuántos y cuáles son los sacramentos?
Los sacramentos son signos sensibles (palabras y acciones) a través de los cuales Cristo actúa y comunica su gracia. Son siete: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Matrimonio, Orden Sacerdotal y Unción de los enfermos.