Este martes 4 de enero, de la mano del arzobispo de Santiago, Celestino Aós, y del rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, cerca de mil estudiantes de distintas carreras de la UC partieron rumbo a distintas localidades de Chile con el objetivo de llevar un mensaje de unión y esperanza a más de medio millón de familias.
Misión País, Capilla País y Siembra son tres proyectos de la Pastoral de la Universidad Católica, cuyos voluntarios se encuentran hasta el 14 de enero construyendo capillas y misionando, con la energía juvenil que los caracteriza en 35 zonas de siete regiones del país.
“Donde hay católicos hay alegría”
Tras subir los materiales a los buses respectivos – donde incluso Monseñor Celestino Aós ayudó a cargar – los jóvenes se reunieron para sacar la ya tradicional foto de los más de 800 voluntarios que partían desde Santiago, sin contar a quienes ya partieron desde Valparaíso y Concepción.
Luego, se realizó la misa de envío liderada por el arzobispo de Santiago y Gran Canciller UC, quién celebró la iniciativa y fuerza de estos jóvenes: “Estas son misiones, pero más que nada, esta es una actividad de alegría, porque donde hay jóvenes hay alegría, y por sobre todo, donde hay cristianos hay alegría” indicó Aós.
Por su parte, el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, también se hizo parte de esta ceremonia, asegurando a los voluntarios que “una cosa es la construcción de algo físico, pero ustedes construyen vínculos, construyen armonía en sus corazones, porque cada uno de ustedes vuelve distinto”.
Misionar en pandemia: el desafío de una Iglesia joven
Tras la llegada del coronavirus a Chile, los trabajos y misiones organizados por los estudiantes y la Pastoral han mutado de distintas maneras, siempre pensando en nuevas formas de acompañar a quiénes han estado más aislados tras la pandemia. Durante el invierno del 2020, los proyectos Trabajo País y Misión de Vida cambiaron las zapatillas por las pantallas, llegando a varios rincones del país cuando no podíamos salir de nuestras casas.
Tras esto, los proyectos siguen acomodándose a la contingencia, no sólo en lo que respecta a las medidas sanitarias, también en nuevas formas de llegar a las comunidades.
Este verano, aún cuando la pandemia ha complicado el panorama, la Pastoral UC, en conjunto con la Dirección de Asuntos Estudiantiles de la Universidad, han buscado las formas para que los voluntarios puedan ser un aporte en sus zonas, siempre respetando las estrictas medidas sanitarias.
Pase de movilidad, PCR negativo y cuarentena preventiva de tres días previos a la salida son algunas de las exigencias, además de constante uso de mascarilla, distancia social y alcohol gel constante para los voluntarios.
19 años al servicio de Dios y de Chile
Misión País es un proyecto estudiantil que desde el año 2004 ha llevado a varias generaciones de jóvenes misioneros a cerca de 500 zonas de Arica a Punta Arenas.
“Nuestro lema es ‘Con los ojos en Chile y el corazón en la misión’ porque queremos darlo todo en esta misión tan especial que nos entrega este año” asegura Paula Witt, coordinadora general del proyecto. “Salir a encontrarnos con las personas que lo han pasado mal estos últimos meses, y tener los ojos en ellos, en el Chile de hoy”, cerró.
Por su parte, Capilla País nació como una iniciativa que buscaba construir nuevos templos para la llegada del Papa Francisco, y este año levantarán la centésima desde su creación en 2015. Un hito que según Sebastián Cerda, coordinador general, es necesario en estos tiempos, “en especial después de los últimos dos años que han sido difíciles para la comunidad. Retomar esto este verano es poder devolverles un poquito la esperanza, poder transmitirles la alegría a los vecinos de las comunidades”.
Siembra UC es un proyecto misionero que levanta espíritus misioneros desde la educación escolar, donde universitarios lideran grupos de escolares de 3° y 4° medio que llevan la palabra de Cristo con la vitalidad que los caracteriza.
La jefa nacional del proyecto y estudiante de Pedagogía, Asunción Marín, tiene claro el rol de este voluntariado: “Van a salir jóvenes muy esperanzados por la misión, y espero que a partir de ellos se pueda recrear esta Iglesia llena de alegría y esperanza”.
Las misiones y trabajos durarán hasta el 14 de enero, donde, además de la construcción y la misión, los voluntarios realizarán actividades con los vecinos y vecinas de las distintas comunidades, además de encuentros reflexivos sobre la contingencia y su rol como católicos en sociedad.