Compartir y generar lazos en un clima de comunidad con quienes se comparte día a día, es el espíritu de la campaña de las Cenas de Navidad, organizada por la Dirección de Funcionarios de la Pastoral UC, y que esta semana se concretó con la entrega de más de 930 cenas a los trabajadores externos, en los cuatro campus de la universidad.
Este año, a la campaña se le dio un sentido especial debido a la situación actual que enfrenta el país. Por eso, bajo el lema “Esta no es una Navidad cualquiera”, se quiso resaltar las complejas situaciones que han debido enfrentar muchas personas de la comunidad universitaria, pero enfocándose en la importancia de la unidad y el encuentro, de manera tal que se pueda contribuir a la construcción de un Chile más justo.
Alejandra Garrido, coordinadora de la Dirección de Funcionarios de la Pastoral UC, señaló precisamente que en menos de siete semanas debieron adaptar la campaña al contexto social del país. “Lo primero que pensamos era que nos estábamos atrasando con el proyecto. (…) Nos dijimos: ‘paremos y veamos qué mensaje vamos a dar’ e hicimos sentido de que ésta no sería una Navidad como las otras y que con mayor razón teníamos que dar un poco más de cada uno”. Así fue como la segunda semana de noviembre se lanzó la campaña que despertó la sensibilidad de miles de funcionarios que quisieron unirse a la iniciativa.
Y es que las Cenas de Navidad buscan generar un sentimiento de comunidad y de colaboración solidaria entre toda la comunidad UC, donde alumnos, funcionarios y académicos se sientan parte de ella, para poder agradecer el trabajo diario y silencioso que realizan todos los trabajadores externos.
Algunas de las personas que recibieron esta cena manifestaron su gratitud por el gesto que han tenido con ellos. Pablo Lienqueo, quien trabaja en manutención del jardín de la Facultad de Ingeniería, considera que esta cena “es un regalo que Dios nos da después un año de tanto trabajo”.
Estrella Cornejo, en tanto, trabaja en la Facultad de Química y confesó que nunca antes había recibido un regalo o caja para estas fechas en los lugares donde había trabajado anteriormente. “Estoy muy agradecida por todo lo que hicieron, estoy muy contenta por la bolsita y el pollo. De verdad que estoy súper sorprendida de todas las cosas que nos dieron y además me pone muy contenta porque no me lo esperaba. Se nota que lo hicieron con mucho amor”, dijo.
Cada una de las cenas fue donada por miembros de la comunidad UC a los trabajadores externos, y fueron entregadas en un clima de unidad y celebración en torno al nacimiento del Niño Jesús. Éstas consistieron en una bolsa con insumos para preparar la comida de Nochebuena, junto con un pollo para poder disfrutar en familia.
Regalos personalizados
Este año, más de 30 unidades académicas y administrativas fueron las que se sumaron a la entrega de las cenas, todo en un ambiente de agradecimiento y esperanza mutuo, donde no faltaron los villancicos, bailes y karaokes.
Es más, muchas de las facultades y unidades no sólo se comprometieron con ciertas cantidades de cenas, sino que también quisieron hacerles un regalo adicional a los trabajadores externos con los que comparten a diario. “La mejor parte es cuando viene uno de ellos con su hijo y le entregamos un juguete o un detalle. Para nosotros tiene un valor importantísimo, porque es un símbolo más de hacer comunidad y de valorar a todas las personas como un aporte importante y necesario para construir la Facultad”, destacó Lorena Medina, decana de la Facultad de Educación.
Asimismo, agregó que “con las cenas, más que el hablar de un objeto, hablamos de un acto, de una acción, que significa comer y compartir en familia, lo que es muy bonito”, indicó.
La entrega de cajas fue posible gracias a la ayuda de cientos de estudiantes de la UC que estuvieron involucrados en la logística. Uno de ellos es Jorge Cortés, estudiante de Ingeniería Civil Industrial. “Vemos que es una instancia para que compartamos con ellos, que en el día a día tienen un trabajo muy estresante, que se encargan de limpiar o de hacer otros oficios y a veces los estudiantes o trabajadores no nos damos cuenta”.
Alejandra Garrido, de la Pastoral, concluyó diciendo que lo que más le gusta de esta campaña es “lo que genera no sólo para el trabajador que se la lleva (la cena). El mayor regalo es cuando uno lo ve feliz y también ver cómo en cada unidad la gente se junta en torno a esto, preparar la instancia de la entrega y ver cómo se van moviendo los alumnos, profesores, decanos y directores. (…) Es Cristo quien se mete en cada uno de esos lugares para poder hacer de las suyas”.