Matilde Burgos, periodista de CNN fue la encargada de abrir la segunda jornada del “Atrio de Santiago”, que se realizó en la sede Arzobispal de Santiago y que contó con la presencia de destacados exponentes de las principales religiones monoteístas en nuestro país. De esta manera, las más de 100 personas que asistieron al panel “Diálogo interreligioso, hacia una cultura del encuentro” escucharon los puntos de vista del rabino Alejandro Bloch, representante del judaísmo; de la reverenda Gloria Rojas, de la iglesia luterana; Fuad Musa, presidente del Centro Cultural Islámico de Chile y monseñor Cristián Roncagliolo, de la Iglesia Católica.
Este jueves 17 de octubre los expositores antes señalados, junto con la moderadora Matilde Burgos abordaron en un ambiente de fraternidad temas sobre los desafíos de la sociedad del siglo XXI. Es así como el rabino Alejandro Bloch, decano de la sede en Chile del Seminario Rabínico Latinoamericano señaló que las religiones están llamadas a “ser puentes de reparación” e indicó que “una religión adulta y madura tiene que interpretar la voz de Dios en forma positiva, en forma sensible y para poder ir al encuentro de otras criaturas que también fueron creadas por Dios”.
Afirmó también que la religión debe responder a las cuestiones más urgentes: “Cuál es el sentido de mi vida, de mi libertad, de mi destino, cuál es mi deber aquí en la tierra” y la religión “tiene que tener una mirada crítica”.
Por su parte la Reverenda Gloria Rojas, pastora de la Iglesia Luterana y ex capellana en La Moneda, pidió perdón en nombre de su confesión religiosa por las malas interpretaciones de algunas frases de Martín Lutero que han contribuido a marcar mayores diferencias en diversas confesiones cristianas. También porque “nos faltó el valor de defender con más energía nuestra fe y porque nuestro amor careció de ardor”.
Durante el diálogo, Fuad Musa, presidente del Centro Cultural Islámico de Chile, manifestó su oposición “a todo grupo extremista que equivocadamente dice actuar en el nombre de nuestra fe tanto en Chile como en el exterior” y destacó cómo en el Corán se invita a vivir el “diálogo respetuoso entre diferentes creencias”, lo cual no es “algo ajeno a la esencia de las grandes confesiones monoteístas y a sus mensajeros”. Igualmente destacó la apertura que la Iglesia dio en el Concilio Vaticano II al diálogo interreligioso y los pasos concretos que San Juan Pablo II realizó destacando sus viajes al Líbano y Siria entrando a la mezquita de Damasco. “En todos los viajes de los papas al mundo islámico han sido muy bien recibidos”, dijo.
Para monseñor Cristián Roncagliolo, obispo auxiliar de Santiago de Chile, resulta fundamental el hecho de “destacar un aspecto del valor de la unidad” para enfrentar “los desafíos que vive la sociedad posmoderna”. Uno de ellos es “la secularización”. Para hacer frente a este reto es necesario “proporcionar un humanismo abierto a lo absoluto” que pueda “guiar en la promoción y realización de las formas de vida social y civil, protegiéndonos del riesgo de quedar apresados por las modas del momento” e indicó que “la conciencia del amor indestructible de Dios es la que nos tiene el apasionante compromiso con la justicia, el desarrollo de los pueblos entre éxitos y fracasos y en la tarea de dar un constante y recto ordenamiento a las relaciones humanas”.
Con este diálogo, los líderes religiosos hicieron eco a la declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II en la que los padres conciliares aseguraron que “no podemos invocar a Dios, Padre de todos, si nos negamos a conducirnos fraternalmente con algunos hombres, creados a imagen de Dios”.
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