En su segunda jornada, el director de la escuela de Gobierno de la UC, Osvaldo Larrañaga, fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes. “Este congreso busca la construcción de una patria integrada que acoja a todos y todas, en particular a los grupos más vulnerables”, dijo. Sobre la situación de los migrantes, el académico manifestó que el porcentaje de población que representan sigue siendo bajo si se compara al de países como Estados Unidos o Inglaterra, donde el número fluctúa alrededor del 14%, mientras que en nuestro país sólo alcanza un 7%. “El rasgo distintivo es la rapidez con la que inmigrantes llegaron a Chile. Esto es lo que genera recelo. Ese recelo es terreno fértil para discursos xenófobos”, explicó. Asimismo, señaló que si bien ha habido progreso en el país, la desigualdad sigue siendo tan alta como hace un siglo.
La jornada inició con el panel “Privados de libertad, reencuentro con la dignidad” donde participaron el Subsecretario de Justicia y Derechos Humanos, Juan José Ossa; el Capellán Nacional de Gendarmería, P. Luis Roblero sj; el fundador de Fundación Dimas, Khristian Briones; la abogada UC y ganadora del premio Abdón Cifuentes, María Elena Santibáñez y la coordinadora de la Encuesta Bicentenario, Francisca Alessandri.
El rol del Estado y la inserción laboral, fueron los temas que marcaron el debate. «Creo que el Estado debe pedir perdón, porque ampara sistemáticamente la violación de los derechos humanos de los presos» manifestó el padre Luis Roblero. “Creo que hay que ir un poco más al fondo. A los problemas estructurales que tenemos” agregó. “Estamos en presencia de un Estado precario. Las cárceles son un signo precario de esto. Hay corrupción, hay tráfico, sumarios que prescriben y sistemas de impunidad tremendo”, dijo el sacerdote jesuita en su intervención.
Por su parte, el Subsecretario de Justicia respondió comentando que “la reinserción social es la obsesión de los Ministros de Justicia. El problema de fondo es otro, como la pobreza” y agregó que “el principal defecto del Estado es no detectar ni contar con los planes necesarios para trabajar de forma intersectorial el problema de la delincuencia”.
Con la presencia del Jefe de Departamento de Extranjería y Migración, Álvaro Bellolio; el Director Nacional del Servicio Jesuita Migrante (SJM), P. José Tomás Vicuña sj; la Doctora en Educación de nacionalidad venezolana y Coordinadora de Sede Duoc UC, Soraya Rojas; el Director del Centro de Políticas Públicas PUC, Ignacio Irarrázaval; el abogado oficial a cargo de la Secretaría de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Luis Fidel Yañez y el Doctor en Economía y docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas UC, José Tessada se llevó a cabo el quinto y último panel del congreso “Migrantes, patria hospitalaria”.
“El desafío está en cómo hacer que el migrante busque la regularización. Ellos quieren regularizarse, ¿cómo lo generamos? Las personas vulnerables muchas veces son las que más pagan el costo”, mencionó el P. José Tomás Vicuña. El Director Nacional del SJM agregó que, “si bien el Estado debe tener leyes y control en sus fronteras, no se deben olvidar los derechos de un migrante, que muchas veces se confunden con beneficios. No se trata de legislar para los migrantes o para los chilenos, sino para la sociedad”, concluyó Vicuña.
Hacer de Chile un país más consciente y empático con los migrantes, para poder formar una comunidad en la que todos aportan, fue la premisa que se fue desarrollando en el panel. El Jefe del Departamento de Migración y Extranjería, Álvaro Bellolio, se refirió a la paradoja con el rechazo en el ámbito laboral. «Nadie está en contra de la comida peruana. El mejor boxeador en Chile es ruso, el mejor pesista en Chile es cubano. ¿Por qué en gastronomía y en deporte sí? ¿Y por qué generamos diferencias en otros temas? Chile necesita de las migraciones”, dijo.
Sumado a lo anterior, los asistentes pudieron participar del Congreso a través de Mesas Paralelas, donde guiados por un moderador, discutieron sobre “Pueblos originarios, hacia una cultura del reconocimiento mutuo”, “(Re)inserción, desafíos pendientes del sistema carcelario chileno”, “Educar para la convivencia”, “Chile a la escucha del migrante”, “Barrio y configuración del lugar de encuentro”, “Vejez en Chile, desafíos y propuestas”, “Infancia, hacia un futuro de dignidad” y “Cooperación público-privada para el desarrollo integral del mundo rural”.
El IV Congreso Social contó con la participación de 100 instituciones, fundaciones, universidades y centros de formación técnica, entre los que destacan Comunidad Mujer, Proqualitas, Paternitas, Fundación Humanitas, la Universidad Gabriela Mistral, Conapyme, entre otros.