Como una manera de reconocer a los estudiantes de los programas de doctorado de la UC que hayan finalizado sus tesis doctorales en diálogo con la fe, la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana en conjunto con la Vicerrectoría de Investigación entregaron la Condecoración Cardenal Newman 2023. El reconocimiento, que está orientado a quienes se hayan adjudicado el Premio Cardenal Newman en versiones anteriores en cualquiera de sus tres categorías, fue recibido por la doctora en Teología Catalina Cerda Planas.
Recibió este reconocimiento porque su tesis “Mapping Youth Religiosity in Santiago de Chile. Contributions to the Theological and Pastoral Reflection on Youth and Transcendence”, fue considerada por el comité de fallo como un aporte significativo a la misión de la UC de evangelizar la cultura.
Esta tesis se propuso generar un conocimiento nuevo y más complejo sobre la religiosidad juvenil en Santiago de Chile, como un aporte a la reflexión teológica y pastoral sobre juventud y trascendencia. Utilizando como propuesta metodológica base la así denominada “Teología Empírica”, la investigación estuvo orientada por las siguientes tres preguntas principales: (1) ¿Cómo se configura hoy la religiosidad juvenil en Santiago de Chile? (2) ¿Qué factores personales y sociales influyen en la religiosidad juvenil actual en Santiago de Chile? (3) ¿Qué aportes e interrogantes entrega este nuevo conocimiento sobre la religiosidad juvenil en Santiago de Chile para la teología y la reflexión pastoral de la Iglesia Católica sobre juventud y evangelización?
Se exploraron cinco dimensiones de la religiosidad: creencias, vivencias, prácticas, consecuencias en la vida cotidiana y grupos de referencia, las cuales fueron estudiadas empíricamente entre estudiantes secundarios de 15 y 16 años, hombres y mujeres, contactados a través de colegios no confesionales y católicos dentro de la gran ciudad de Santiago. La tesis presenta una descripción de los resultados empíricos y un análisis teológico-pastoral a partir de los mismos.
Diego Cosmelli, director de la Escuela de Graduados de la Vicerrectoría de Investigación (VRI) señala que “la Condecoración Cardenal Newman es fiel reflejo de la importancia que tiene para nuestra Universidad el diálogo entre fe y razón en el desarrollo del conocimiento. Este premio, abierto a todas las áreas disciplinares, representa la convicción de que este diálogo puede generar no solo investigación y conocimiento más integral y abierto a la espiritualidad humana, sino que también puede iluminar como la fe es vivida, comprendida y comunicada. Para la Escuela de Graduados de la Vicerrectoría de Investigación es un orgullo ser parte de esta iniciativa desde su primera versión el 2018, y sin duda esperamos que continúe siendo un referente para nuestra comunidad doctoral UC”.
La ahora doctora en Teología, quien estudió su doctorado en la Facultad de Teología UC y es académica de la Universidad Católica Silva Henríquez sostiene que “siempre fue mi motivación que mi tesis doctoral, a pesar de que es conducente a un grado académico, fuera un aporte concreto a pensar el diálogo entre la praxis de la iglesia y la cultura actual. Como iglesia estamos muy acostumbrados a tener nosotros la palabra y querer entregar un mensaje que es parte de nuestra labor, pero también tenemos que saber escuchar y entrar en intercambio con otros, en este caso con los jóvenes. Y yo creo que mi tesis doctoral es básicamente eso, una experiencia de escuchar”.
“Yo concretamente tuve la oportunidad de conversar con jóvenes, de escuchar sus opiniones, de leer sus respuestas a mi encuesta… Esta interacción con los jóvenes me abrió los horizontes como teóloga, no solo para conocerlos mejor a ellos, sino también para comprender mejor mi propia fe como cristiana. Por ello, estoy convencida que ese ejercicio de verdadero diálogo con las generaciones jóvenes nos enriquece profundamente como Iglesia. Siento que este premio reconoce la importancia de esa comunicación bilateral”, indica Catalina.
“Este reconocimiento confirma la pertinencia de este tipo de investigaciones. Un tipo de investigación que, por lo menos dentro de la teología, no es muy común. Es un acercamiento relativamente novedoso para nuestra forma de hacer teología en Chile. Ello implicó que durante gran parte de mi proceso doctoral yo tuviera que dar cuenta de por qué esto era propiamente teología y cuál era el aporte particular que yo quería hacer desde mi propia disciplina”, comparte la teóloga.
Los resultados de la investigación permitieron describir con mayor detalle cómo los jóvenes de Santiago de Chile entienden y experimentan la trascendencia y fueron, por lo tanto, un aporte relevante al conocimiento en torno a jóvenes y religión, hasta ahora excesivamente centrado en dimensiones institucionales del fenómeno.
Entre los hallazgos destacan, por ejemplo, la relevancia de la vida después de la muerte (expresada tanto en creencias como en vivencias de contacto) para la religiosidad juvenil; la baja creencia de los jóvenes en la resurrección y, por tanto, su aparente carácter problemático incluso para los cristianos; el rol que juegan los familiares fallecidos para la religiosidad juvenil y su escasa presencia en la reflexión teológica y en la acción evangelizadora; el estrepitoso aumento de creencias no cristianas como el karma y la necesidad de comprender mejor las claves de sentido que las hacen atractivas para las actuales generaciones, entre otras. Estos descubrimientos no son negativos, sino que representan el desafío de fortalecer el diálogo con la juventud, de tener presente estos temas y ver cómo avanzar en conjunto.