Recordado por su lucha contra los abusos en la Iglesia Católica y por erradicar la corrupción al interior de la institución, falleció a los 95 años el Papa Benedicto XVI. La información fue entregada por los medios vaticanos, quienes anunciaron que murió el sábado, 31 de diciembre en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano.
El jueves 5 de enero, a las 9.30 horas, en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco presidirá el rito de las exequias.
Al interior de la comunidad universitaria ha causado pesar la partida del Papa Benedicto XVI, quien renunciara a su cargo el febrero de 2013, convirtiéndose en Papa emérito. Sus mensajes y documentos han sido utilizados para inspirar a los integrantes de los distintos estamentos de la institución.
El rector Ignacio Sánchez declaró: Con mucho pesar, nos sumamos a los mensajes que desde todo el mundo, lamentan la partida del Papa Benedicto XVI. Durante su mandato, fue un incansable promotor del diálogo interreligioso, abriendo caminos de entendimiento entre protestantes, católicos, judíos y musulmanes. Hizo un llamado a las grandes potencias a poner sus esfuerzos en los países más pobres y se refirió a Latinoamérica como ‘el continente de la esperanza’. Su legado intelectual queda resumido en libros y publicaciones que realizó durante su pontificado y que hablan sobre cristianismo, fe apostólica y vocación pastoral. Hoy nos deja un Papa que realizó siempre un trabajo silencioso y dedicado, que sin duda será estudiado y recogido desde las generaciones futuras”.
“Uno de los grandes legados del Papa Benedicto XVI fue su vocación de servir desde la humildad. A pesar de que tuvo que enfrentar grandes crisis de la iglesia, durante su pontificado, relevó mensajes tan humanos como el que queda plasmado en su primera encíclica Deus Caritas Est, que comienza con la potente frase Dios es amor, quien está en el amor habita en Dios y Dios habita en él”, agregó el rector Ignacio Sánchez.
El Capellán Mayor de la Pastoral UC, Pbro. Jorge Merino, reflexionó: «Hoy nos deja el querido Papa Benedicto XVI, que en sus casi ocho años de pontificado destacó por muchas cosas, pero a mí me gustaría resaltar tres. En primer lugar, la fuerza y la importancia que le dio a la relación entre la fe y la cultura: cómo la fe del cristiano puede y debe impactar la cultura en la cual vive. La fe no se reduce solo al ámbito privado, sino que la fe se vive, se demuestra, se plasma también en la cultura del momento que a uno le toca vivir».
«Por otro lado, también resaltó en la profundización entre la fe y la razón, algo en lo que nos alentaba, cómo la fe y la razón no se oponen, sino que se alimentan mutuamente, y especialmente en estos tiempos en que nosotros como cristianos debemos dar razón de nuestra fe. En esa misma línea, en un tercer lugar, el Papa Benedicto XVI le dio gran importancia a la formación, de los laicos, de los jóvenes, en la familia: cómo el formarnos puede ayudarnos a comprender la figura paterna de Dios», indicó Merino.
El sacerdote resaltó la frase de benedicto XVI en la encíclica Deus Caritas Est: «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino que por el encuentro con un acontecimiento, con una persona, que da un nuevo horizonte a la vida, y esa persona es Jesucristo´. Eso fue lo que marcó toda la vida del Papa, ese encuentro profundo, sincero, que tuvo con la persona Jesucristo», recalcó el Capellán Mayor
Estudioso centrado en Cristo
Carmen Elena Villa, asesora y subdirectora de formación de Pastoral UC, compartió: “Viví en Roma entre los años 2008 y 2011, bajo el pontificado de Benedicto XVI. Siempre me causó admiración su sabiduría plasmada en sus ricas catequesis, homilías, sus tres encíclicas y en su obra Jesús de Nazaret, una trilogía de la que he aprendido y me he nutrido muchísimo”.
Carmen Elena, quien es laica consagrada de la Fraternidad Mariana de la Reconciliación, agregó: “Me sorprendió constantemente el esfuerzo de este Papa por vencer la timidez y llegar a los fieles, algo que se veía claramente en las audiencias. Benedicto XVI luchó con firmeza contra el pecado y la corrupción que tanto han manchado nuestra querida Iglesia. Habló con palabras claras y firmes y emprendió acciones que desconcertaron a muchos pero que hoy le agradecemos. ¡Que Dios lo reciba en su Reino y que desde allí interceda por nosotros!”.
La vicedecana de la Facultad de Teología, Haddy Bello, escribió el documento “Joseph Ratzinger. Vida en diálogo”, en el cual revisa momentos esenciales de la vida del Papa emérito. “Fueron 95 años cargados de matices, desafíos, luces de esperanza, confrontaciones, estudio y un determinado seguimiento de Cristo”, expresa al inicio del texto.
“Joseph Ratzinger llega al mundo un 16 de abril de 1927, en Marktl am Inn (Alemania), mismo día en que fue presentado a la comunidad de bautizados. De casa modesta, su padre fue comisario de gendarmería y su madre se dedicó a los oficios de la cocina. Ambos, con suma astucia procuraron que el pequeño Joseph junto con su hermano Georg –quién marcó su biografía–, recibieran una adecuada formación, en la cual el diálogo fe y cultura fue central. Eso le permitió enfrentar con esperanza los embates en su vida, algunos particularmente más crueles que otros, como fue el caso de la irrupción del nacionalsocialismo. Fue capaz de rescatar la belleza y la riqueza de la Cruz, junto con la resurrección de Cristo”, escribe Haddy Bello.
“Su interés por la formación humana y teológica nunca fue debilitado por las circunstancias históricas, ni tampoco por los desafíos que la Iglesia germana presentaba, más bien, procuró explorar respuestas de sentido ante los múltiples cuestionamientos sobre la presencia y ausencia de Dios (un buen complemento a este punto se encuentra en su conocido discurso en la Universidad de Ratisbona, del 12 de septiembre de 2006)”, recalca la vicedecana.
Puede leer el documento completo en el siguiente enlace:
https://teologia.uc.cl/2022/12/31/joseph-ratzinger-vida-en-dialogo/
Lo invitamos a revisar esta inFEgrafía creada por Pastoral UC:
https://pastoral.uc.cl/assets/uploads/2022/12/Benedicto-XVI-ok.pdf
