Sostener una instancia de diálogo y reflexión al interior de la comunidad UC para seguir aportando en la construcción de ambientes sanos, protegidos y libres de abusos, fue el principal objetivo del conversatorio “Comprendiendo la crisis de la Iglesia en Chile: a dos años del Informe UC”. La actividad, organizada por la Facultad de Teología y la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana de la Pontificia Universidad Católica de Chile, se realizó el jueves 22 de septiembre en el Salón de Honor San Alberto Hurtado Cruchaga de la Casa Central de la UC.
El conversatorio es parte de un trabajo de largo aliento promovido por la Pontificia Universidad Católica de Chile, motivado por el llamado del Papa Francisco en su Carta al Pueblo de Dios que peregrina en Chile, el 2018, a “generar una sociedad donde la cultura del abuso no encuentre espacio para perpetuarse”. La interpelación del Sumo Pontífice movilizó a la universidad a generar una Comisión para el Análisis de la Crisis de la Iglesia Católica, la que entregó su informe final el 3 de septiembre de 2020.
El documento fue elaborado por 16 académicos UC, pertenecientes a las facultades de Ciencias Sociales, Comunicaciones, Derecho, Filosofía, Historia, Geografía y Ciencia Política y Teología. Fue preparado en base a distintas fuentes de información que incluyen documentación de acceso público (incluidas causas terminadas en tribunales civiles), entrevistas, encuestas de opinión pública, bibliografía especializada e información relevante proporcionada por expertos, víctimas y testigos involucrados en este problema.
Ignacio Sánchez, rector UC, dio la bienvenida al conversatorio agradeciendo este espacio de colaboración, e invitó a los presentes a trabajar juntos en la promoción de una cultura del cuidado.
“Seguimos sintiendo los ecos del trabajo de la Comisión, pero sabemos que necesitamos seguir aportando al estudio y al discernimiento del fenómeno de los abusos sexuales de menores al interior de la Iglesia, desde el rigor científico que nos caracteriza como Casa de Estudios. Sobre todo, nos sentimos llamados a colaborar en la debida promoción de ambientes sanos y en la justa reparación de las víctimas. Ejemplos de esto son el gran trabajo y aporte realizado por el Centro CUIDA, con el permanente esfuerzo focalizado en la recuperación de las víctimas, así como la intensa labor del Proyecto Niñez de la Clínica Jurídica, de la Facultad de Derecho de la UC”.
Finalmente, hizo un llamado a aprovechar esta instancia de reflexión y diálogo “con el fin de sentirnos cada vez más corresponsables del bienestar de cada una de las personas que nos rodean”.
A continuación, se dirigió a los presentes Fernando Berríos, decano de la Facultad de Teología UC, quien se refirió a la importancia de contar con un espacio para conversar y analizar la realidad de la Iglesia hoy.
“La invitación no es a juzgar a nadie, sino que el llamado es a colaborar. Y con el informe UC, la universidad demuestra su compromiso con este espíritu de colaboración y lo ha hecho con un trabajo muy serio. Ahora es muy importante reflexionar sobre las lecciones y el cómo seguimos adelante”.
Tras las palabras del decano, fue el turno de Eduardo Valenzuela, coordinador de la Comisión UC para el análisis de la crisis de la Iglesia Católica, quien realizó un consistente resumen del Informe UC. Durante su alocución relevó la importancia de la corresponsabilidad, la reparación a las víctimas y de ser proactivos para promover espacios sanos. “Debo reconocer también en el centro CUIDA los inicios de una dedicación especial a este asunto. No es solo abuso sexual, sino abiertamente abuso de conciencia y abuso de poder. Lamento decir que en muchos sentidos tenemos más problemas, no menos, y que es hora de dejar de padecerlos y actuar decididamente para resolverlos”.
Posteriormente, se dio paso al panel de expertos, quienes moderados Mario Inzulza, académico de la Facultad de Teología UC, generaron una instancia fructífera de diálogo y reflexión, guiados por dos preguntas: ¿qué lecciones hemos aprendido como Iglesia? y ¿qué ruta debemos seguir de aquí en adelante como Iglesia chilena?
Pilar Ramírez, directora ejecutiva del Departamento Nacional Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal Chile CECH, Paulina Gómez, decana de la Facultad de Comunicaciones UC, y el Pbro. Tomás Scherz, Vice Gran Canciller UC profundizaron respecto a los casos de abusos que se han cometido al interior de la Iglesia Católica desde una mirada crítica, pero con la esperanza de asumir un desafío en la construcción de una Iglesia creíble y confiable.
Se abordaron las estructuras jerárquicas y de poder en la Iglesia y se analizó las deficiencias que ha presentado la respuesta institucional que ha ofrecido la Iglesia Católica chilena a estos abusos, identificando el daño e impacto que ha provocado esta crisis en las víctimas, en las comunidades eclesiales y en la sociedad chilena en general.
Pilar Ramírez, señaló que este momento de crisis es una oportunidad para renovar la Iglesia. “El estudio nos permitirá ver con base científica que algo ocurrió. El cómo ocurrió y que relaciones se dieron para que algo así ocurriera. Esto ocurrió con esas dimensiones, con ese daño y con ese dolor. Nos permite asumir aquellos hallazgos. Nos aporte el tema de la necesidad de la comprensión del contexto. La estructura de oportunidad que tuvieron los clérigos para cometer estos abusos y nos habla del contacto frecuente y personal, la posibilidad de crear relaciones de confianza, la falta de control y supervisión, y a que existía una cierta convicción de que las faltas y/o delitos, una vez constatados, no iban a tener una sanción grave dentro de la institución. Todos esos elementos son una oportunidad de intervención y eso tenemos que aprender”.
Paulina Gómez, afirmó que como Iglesia nos encontramos en una fase de aprendizaje para responder con propiedad a esta crisis. En este sentido, hizo un llamado a reconocer las dificultades y los problemas para afrontar y resolver este momento crítico. “La crisis de abusos en contexto eclesial es, por una parte, un tema que requiere nuevos protocolos, nuevos estilos de formación, compromiso de cambios, de reparación con las víctimas, de informes explicativos que nos ayuden a comprender qué pasó y por qué pasó. Creo que en esto y en otros ámbitos se ha ido avanzando. No obstante, la resolución de esta crisis requiere de una profunda sensibilidad desde lo simbólico. Esto es, desde la manifestación del dolor y del arrepentimiento de la comunidad eclesial y en ocasiones también en lo laical por todo aquello que no se hizo, por aquello que se hizo mal o que oportunamente no se conoció”.
Por su parte, el Pbro. Tomás Scherz, mantuvo una visión autocrítica y una mirada de compasión por las víctimas. “Con este tema del pecado contra el sexto mandamiento (“No cometerás actos impuros”; N.del E.) que puede ser tratado con la confesión, en el fondo, efectivamente hay un encubrimiento que no alcanza a dimensionar profundamente lo que significa ese crimen. Así como la Doctrina Social de la Iglesia nos ayuda a desvelar esa justicia encubierta, hemos estado conquistando aquella verdad que con la compañía, con el control – en el buen sentido de la palabra- los protocolos, tal vez con una figura sistemática teológica, logremos desvelar eso que parece encubierto por esta figura del pecado”.
La jornada finalizó con un mensaje de esperanza y con el desafío de seguir trabajando juntos en la promoción de ambientes sanos y en ser conscientes de la corresponsabilidad que nos cabe a todos los miembros de la Iglesia en esta tarea.
Información relacionada:
Lea el documento de análisis “Comprendiendo la crisis de la Iglesia en Chile”.
Lea el discurso del rector Ignacio Sánchez en el siguiente enlace.
Revise la presentación del coordinador de la Comisión UC para el análisis de la crisis de la Iglesia Católica, Eduardo Valenzuela.
Vea el conversatorio “Comprendiendo la Crisis de la Iglesia en Chile”.