Una infografía para conocer el pensamiento de la Iglesia sobre la eutanasia y la publicación “Diálogos por Chile: 60 desafíos para una renovada convivencia nacional”, nacida del proyecto Nuestra Mesa (trabajo en conjunto con la Fundación Voces Católicas), son los insumos que la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana de la Pontificia Universidad Católica de Chile ha puesto a disposición de las personas para informarse y formarse una opinión sobre la discusión en torno al proyecto de ley sobre la “muerte digna”.
“Es importante que nosotros como católicos estemos atentos a los debates que hoy se están dando en la sociedad. Tener una opinión formada respecto a lo que implica esta práctica y lo que se nos exige como cristianos es esencial. Por lo mismo es que presentamos estas publicaciones, donde están contenidos los desafíos, propuestas y valores que están en juego en la construcción de un Chile más humano y fraterno”, puntualiza Benjamín Cruz, director de la Pastoral UC.
Asimismo, agrega, “en tiempos en donde discutimos el tipo de sociedad que queremos y soñamos, creemos que el cuidado y el respeto de la dignidad de la persona humana debe ser siempre y sin matices, independiente de la etapa de desarrollo en la que se encuentre”.
Nuestra Mesa
En el contexto actual de crisis humanitaria, económica y sanitaria, y a la puerta de una discusión constitucional, la Pastoral UC y Fundación Voces Católicas convocaron a líderes católicos de distintos sectores a participar de “Nuestra Mesa: Diálogos por Chile”, para dialogar sobre los grandes desafíos del país.
Enfocados en la construcción de un Chile más humano y fraterno, el documento “Diálogos por Chile: 60 desafíos para una renovada convivencia nacional”, recoge distintos temas, entre los cuales está precisamente la eutanasia.
Marcela Peredo, integrante de la mesa “Derechos Humanos y paz social” se refirió a la dignidad intrínseca del ser humano y sus derechos. “En los ‘nuevos derechos’ tales como el divorcio, la eutanasia y el aborto el ser humano es cosificado por el derecho y la norma determina lo que la persona es”, concluye.
Por su parte, Luca Valera, Director del Centro de Bioética UC, e integrante de la mesa “Salud”, reflexiona sobre la injusticia de este proyecto: “Nuestra dependencia ―que ‘es’ nuestra condición originaria, en cuanto humanos― no puede ser una objeción a ese trato digno. Más bien, ¡es la condición de posibilidad de ello! El más pobre, el más pequeño, el más necesitado, el más enfermo, exige dicho reconocimiento: ‘eres digno, siempre, y por eso tenemos que cuidarte’. Sin este asunto básico, nuestra sociedad fracasa, y se transforma en la ‘lucha de todos contra todos’. (…) Se genera, así, aquella cultura del descarte que transforma los últimos (a saber, los que no tienen voz) en desechos, en descartables”, dice.
Encuentra y descarga el libro en www.nuestramesachile.cl
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El proyecto y lo que está en juego
Muerte digna, suicidio asistido… se trata de una iniciativa legal que regula el acceso a la eutanasia, y que ―tras siete años en el Congreso― este martes finalmente fue aprobada y despachada al Senado.
El proyecto plantea que una persona, mayor de 18 años, puede acceder a la muerte asistida cuando ha sido diagnosticada de una enfermedad terminal; tiene que haber vivido al menos un año en el país o tener residencia permanente si se trata de una persona de otro país.
Sobre la objeción de conciencia, se señaló que en caso de tener a un profesional médico que haga uso de ella, éste debe informar de inmediato al director del establecimiento para que se derive el procedimiento a otro profesional que sí pueda practicar la muerte asistida al paciente.
La eutanasia es una práctica que pone una serie de valores en juego, partiendo por el respeto y cuidado por la dignidad de la persona humana, la inviolabilidad de la vida y el sentido de la existencia. “La muerte no debe ser causada, pero tampoco absurdamente retrasada. Aunque la muerte se considera inminente, los cuidados ordinarios debidos a una persona enferma no pueden ser legítimamente interrumpidos”, señala el Catecismo de la Iglesia Católica.
Ante el avance de esta iniciativa en el Senado, se abre la puerta al debate respecto a los peligros e implicancias de su legalización, como la presión que ejercería sobre los más débiles y la responsabilidad social frente a los más vulnerables. “Crearía una intolerable presión social sobre los ancianos, discapacitados o incapacitados y todos aquellos cuyas vidas pudieran ser consideradas por alguien como de “baja calidad” y/o como una carga social”, dice el Catecismo.
Otros valores como el sentido del sufrimiento, los cuidados de la persona enferma, el fin de la medicina, la compasión, la custodia de la vida humana hasta su cumplimiento natural, el principio de justicia, la fe en la vida eterna y la responsabilidad social frente a los más vulnerables.
Respecto a lo anterior, en la Jornada Mundial del Enfermo de 2020, el Papa Francisco señaló el rol que cumple el personal de salud. “Cada intervención de diagnóstico, preventiva, terapéutica, de investigación, cada tratamiento o rehabilitación se dirige a la persona enferma, donde el sustantivo ‘persona’ siempre está antes del adjetivo ‘enferma’”.